jueves, 8 de marzo de 2018

Adiós a Cristino Aquilué, un referente del atletismo oscense

Fue atleta, entrenador, directivo y juez y uno de los pioneros de este deporte. Amigos y discípulos suyos destacan su carisma y pasión por el atletismo
Cristino Aquilué colaborando, como cada año, en la Carrera pedestre de San Lorenzo, Huesca 2009. Foto: C. García

El deporte oscense, y especialmente el atletismo, llora la muerte de Cristino Aquilué, fallecido a primera hora de la tarde de ayer tras agravarse en los últimos días su estado de salud.

http://www.diariodelaltoaragon.es/Deportes/NoticiasDetalle.aspx?Id=1110198
HUESCA.- Nacido en Ballobar un 24 de mayo (fecha que tenía muy marcada por su devoción salesiana y por ser la fiesta de María Auxiliadora), se trasladó a Huesca a los 12 años. Con 14 empezó a trabajar en la Farmacia Central, tarea que compaginó con su formación académica en el colegio Salesianos, centro con el que tuvo siempre una estrecha vinculación. De hecho, durante más de medio siglo fue uno de los actores de La Pasión interpretando a diferentes personajes.
Cristino fue uno de los pioneros del atletismo en Huesca. Velocista como atleta fue partícipe del equipo que se formó en Educación y Descanso para cuyo Campeonato de España, y durante un par de años, completó una selección provincial. Estuvo en el nacimiento del atletismo en Peña Zoiti, en el año 1973, y más adelante también en la Peña Laurentina y en el Club Atletismo Huesca.
De aquella época zoitista, José Luis Castán recordaba ayer que "fueron unos inicios duros, no había instalación e incluso había que picar hierba con azada para poder correr. Y ahí estaba Cristino, con su trabajo, su buena voluntad y su aportación".
Atleta, entrenador -por sus manos pasó uno de los máximos exponentes del atletismo oscense como recordam nacional júnior de 2.000 obstáculos, Emilio Guzmán (que ayer trasladó su pésame con un cariñoso recuerdo en el que dijo que Cristino había sido su padre deportivo, que le ayudó como nunca nadie lo hizo y trasladó su agradecimiento y reconocimiento hacia él)-, directivo y juez, faceta ésta que fue con la que mantuvo su vinculación en los últimos años colaborando en los controles y competiciones que se hacían y siendo muy recordado también dando el pistoletazo de salida. Recibió la distinción de Juez Honorífico y también recibió el premio a la Dedicación Deportiva en la fiesta del deporte provincial de 2002, organizada por la Asociación de la Prensa Deportiva.
Fernando Laviña, uno de los jóvenes atletas que estuvieron con él en los comienzos, destaca que "tenía el atletismo en su corazón, no vivía más que para él, a los jóvenes nos ayudaba y apoyaba mucho porque era muy paternal".
José Antonio Adell, con el que mantuvo una estrecha relación de amistad desde que estudió en Huesca hasta sus últimos días, le guarda un gran aprecio y sus palabras también estaban acompañadas de un gran sentimiento de cariño. "El atletismo era su vida, tenía un carisma especial y se hacía querer. Era muy alegre y a los jóvenes nos daba consejos y nos apoyaba mucho porque era muy desprendido y un referente".
*

No hay comentarios: