sábado, 23 de febrero de 2008

En busca del agua. Cultura y tradición aragonesa



José Antonio Adell Castán
Celedonio García Rodríguez

Editorial Pirineo
Zaragoza, 2004 (1ª edición)
187 páginas. 24x16. Rústica. I.S.B.N.: 84-87997-45-7


La búsqueda del agua ha sido constante en la historia de la humanidad. Crea riqueza, pero es un bien escaso. La vida del aragonés también ha sido una lucha tenaz por conseguirla. En el libro tratamos de esa perseverancia por el agua para calmar la sed, acudiendo a fuentes, pozos, aljibes y balsas; para redimir los sedientos campos y eriales; agua, tan deseada, que llegaba desde el cielo, en forma de lluvia y nieve, o se imploraba con rogativas. Muchos oficios relacionados con ella han desaparecido: aguadores, barqueros, zahoríes o navateros. También nos ocupamos de la red hídrica aragonesa y de las masas de agua (ibones, glaciares, lagunas, estancas, aguas subterráneas...). Del patrimonio hidráulico que nos dejaron nuestros antepasados para conducir, alejar o dominar, y de su aprovechamiento para ocio y salud.
*

viernes, 22 de febrero de 2008

Historias de nuestros pueblos



José Antonio Adell Castán
Celedonio García Rodríguez
Editorial Pirineo
Zaragoza, 2000 (1ª edición)
184 páginas. 24x16. Rústica. I.S.B.N.: 84-87997-74-0


Los pueblos altoaragoneses han pasado por diferentes etapas a lo largo de su historia. Las relaciones con los lugares vecinos, sus personajes peculiares, los dichos y coplas, referencias curiosas, sucesos graciosos..., forma lo que podemos denominar su "otra historia", la que no aparece en los documentos, pero que los mayores guardan celosamente en el cajón de su memoria.
En este libro se pretende desentrañar esos viejos recuerdos con lo que se entretenían nuestros abuelos en las interminables veladas junto al fuego del hogar.
Monegros, Cinca Medio, Bajo Cinca, La Litera, La Hoya, Somontano, Jacetania, Alto Gállego, Sobrarbe, y la Ribagorza son comarcas que se dan cita en este título.

*

jueves, 21 de febrero de 2008

Historias de Nuestros pueblos. Zaragoza



José Antonio Adell Castán
Celedonio García Rodríguez

Editorial Pirineo
Zaragoza, 2005 (1ª edición)
190 páginas. 24x16. Rústica. I.S.B.N.: 84-87997-60-0






José A. Adell y Celedonio García continúan en los pueblos de la provincia de Zaragoza, el trabajo ya realizado en el Altoaragón (Historias de nuestros pueblos, Editorial Pirineo, 2000). Los autores recogen apodos, refranes, coplas, cuentos, chascarrillos e historias de las ciudades y pueblos de Zaragoza. Auténtico reflejo de las preocupaciones, intereses y diversiones de una sociedad que hoy en día escoge otros vehículos para expresarse.

.

viernes, 15 de febrero de 2008

El Grupo Ajedrecista




DEPORTES Y JUEGOS TRADICIONALES

Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

El éxito alcanzado con la organización del Torneo Nacional de Ajedrez de 1919, jugado en el Casino de Zaragoza, propició que los numerosos aficionados existentes en la capital pensaran en fundar un nuevo club de ajedrez, con sede en uno de los principales cafés de Zaragoza.

El 25 de enero de 1920 se constituyó la nueva sociedad, denominada "Grupo Ajedrecista", en un fraternal banquete celebrado en el Palace Hotel. El propósito de esta sociedad, que ya contaba con cerca de doscientos socios, se centraba en impulsar el juego de ajedrez organizando torneos y otra clase de fiestas en su sede de la Brasserie del Palace Hotel, donde los socios de este "Club Ajedrecista" tendrían a diario sus reuniones.

La junta directiva del "Grupo Ajedrecista de Zaragoza", quedó constituida por: Jacinto Rodríguez Lasala, presidente efectivo; Zoel García Galdeano, presidente honorario; José Portolés, vicepresidente; Narciso Salillas, secretario; Eusebio Sardaña, tesorero, y vocales, Santiago Mínguez, Aurelio Alonso y José Blasco. Antonio de Pedro, que junto con Jacinto Rodríguez habían formado la Comisión organizadora, ejercía de bibliotecario.

A comienzos de marzo de 1920, el "Grupo Ajedrecista de Zaragoza" inauguraba nuevo domicilio social en unos lujosos anexos del Café de Ambos Mundos. Con este motivo se organizó un interesante encuentro entre el campeón del Casino Mercantil, Joaquín Gasque, y Joaquín Mínguez, que había alcanzado uno de los primeros premios del último Torneo Nacional Español. También se había previsto comenzar para finales de ese mes un torneo entre aficionados de la tercera categoría, que ya contaba con numerosas inscripciones.

En octubre, coincidiendo con las fiestas del Pilar, el "Grupo Ajedrecista" preparó otro Torneo Nacional, actuando como director de juegos Anselmo Alonso, que ya había asumido esas funciones en otros torneos organizados por esta Sociedad. El número de participantes estaba limitado a diez y entre los inscritos figuraban José Juncosa, Celso Golmayo, Jacinto Rodríguez y Joaquín Gasque. Estaba previsto que las sesiones se jugaran, la primera mitad en los salones del Casino de Zaragoza y la segunda en los del Central, Mercantil, Industrial y Agrícola.

Segundo Torneo Nacional

Miniatura del Libro de los Juegos de Alfonso X, rey de Castilla. S. XIII (Biblioteca del Escorial, Madrid)
.
Desde finales de 1920 hasta comienzos de 1921, el "Grupo Ajedrecista" organizó un torneo en los que serían sus nuevos locales, los salones del Café Universo, similar al que en 1919 se había celebrado en el Casino de Zaragoza y que había ganado el campeón de España Manuel Golmayo.

Entre los inscritos figuraban: Joaquín Gasque, Gorvalle, José Juncosa (campeón de Aragón y del "Grupo Ajedrecista"), Luís Martínez, el Dr. Carlos R. Lafora (campeón y presidente del "Grupo Ajedrecista de Mogente" y mejor jugador de España por correspondencia), Jacinto Rodríguez, el Dr. Subirá (campeón de Galicia) y el barcelonés Zaragoza (primer clasificado en el Torneo de Bilbao de 1920).

A mediados del mes de enero de 1921 terminó el Torneo con el triunfo de José Juncosa, clasificándose en segundo lugar Joaquín Gasque, seguido del Dr. R. Lafora y de Zaragoza.

La actividad ajedrecista sigue dictada por el "Grupo Ajedrecista de Zaragoza". Con el nuevo año se aprecia mayor impulso todavía en el juego del ajedrez en Aragón, se recuerda a Lucena (libro impreso en castellano hacia 1497, el más antiguo que se conoce sobre el moderno juego del ajedrez) y, se insiste en el deseo de que España alcance el esplendor que tuvo en la época de Ruy López.

En esta época, el "Grupo Ajedrecista" era la única sociedad legalmente constituida y, por tanto, a ella correspondía tomar la iniciativa para fomentar la afición. Con este fin, se reunían todos los lunes en su domicilio social (Café del Universo), con gran concurrencia de aficionados. Por este motivo, para marzo de 1921 el "Grupo Ajedrecista" impulsa la celebración de dos torneos, uno de Tercera y otro de Segunda categoría.

Cuadro de honor del "Grupo Ajedrecista"

En su corta trayectoria, con el "Grupo Ajedrecista ya habían tenido relación los mejores jugadores de España y la práctica totalidad de los más destacados de Aragón. Por orden alfabético, el "Cuadro de Honor" de ajedrecistas los componía:

Jaime Balet.- Primero (ex aequo) en el Torneo de Tercera categoría de 1920, organizado por el "Grupo Ajedrecista".

Ceferino García.- Primero (ex aequo) en el citado Torneo de Tercera categoría y segundo en el Concurso de Resolución de Problemas del mismo año.

Joaquín Gasque.- Segundo en los concursos de Apertura Zaragozana, Campeonato de Zaragoza, en el organizado por el "Grupo Ajedrecista" y en el Torneo Nacional Español de 1920; en el de Velocidad del mismo año se clasificó primero.

Manuel Golmayo.- Campeón de España y maestro del "Grupo Ajedrecista de Zaragoza"; primero en los Torneos Nacionales de 1902 y 1919, y en los concursos de Resolución de Problemas de 1915.

Julián Jacobo.- Segundo (ex aequo) en el torneo de Primera categoría del "Grupo Ajedrecista", en 1920.

Jesús Juncosa.- Tercero en el de "Apertura Zaragozana" de 1920.

José Juncosa.- Era el aragonés con más amplio historial: campeón de Zaragoza, de Aragón, del "Grupo Ajedrecista de Zaragoza" y maestro del mismo. Era recordman de España en el juego de Partidas Simultáneas, a la Ciega y en los concursos de Resolución de problemas. Fue primero en el Torneo de Zaragoza de 1911 y en el Torneo Nacional Español de 1920, en los Campeonatos de Zaragoza, en el del "Grupo Ajedrecista" de 1920, en los cuadrangulares de Apertuza Zaragozana de 1920 y 1921, en el de Velocidad, en el concurso de Resolución de Problemas del Torneo Nacional Español de Ajedrez de 1919 y en el organizado en 1920 por el citado "Grupo Ajedrecista", y segundo en ambos torneos.

Carlos Lahoz.- Tercero (ex aequo) en el Campeonato de Zaragoza y del "Grupo Ajedrecista" en 1920, y cuarto en el de Zaragoza de 1911.

Abel López.- Primero (ex aequo) en el torneo de Segunda categoría de 1920 del "Grupo Ajedrecista" y tercero en el de Apertura Zaragozana de 1921.

Manuel Mairal.- Tercero (ex aequo) en el torneo de "Grupo Ajedrecista" en 1920.

Luís Martínez.- Primero en el torneo de Primera categoría de 1920 del "Grupo Ajedrecista".

Santiago Mínguez.- Cuarto en el Torneo de 1919.

Dr. Luís Mundi.- Segundo en el Torneo de Velocidad del "Grupo Ajedrecista" de 1920 y primero (ex aequo) en el de Primera categoría del mismo año.

Antonio de Pedro.- Cuarto en el Torneo de Zaragoza de 1919.

Salvador Piñol.- Primero en el concurso de Problemas de "Fantasía" organizado por el "Grupo Ajedrecista en 1920, segundo en el torneo de Zaragoza de 1911 y tercero en el de 1919.

Ramón Rey.- Primero en el concurso de Problemas "Mate en dos" de 1920, organizado por el "Grupo Ajedrecista", y primero (ex aequo) en los de Tercera y Segunda categoría del mismo año, de la misma sociedad.

Dr. Carlos R. Lafora.- Campeón del "Grupo Ajedrecista de Mogente" y tercero en el torneo Nacional de España de 1920.

Jacinto Rodríguez.- Primero (ex aequo) en el torneo de Apertura Zaragozana de 1921, primero en el concurso de Resolución de Problemas de 1920 del "Grupo Ajedrecista de Zaragoza", segundo en el torneo de Velocidad del Congreso Español de Ajedrez de 1919 y tercero en los torneos de Zaragoza de 1911 y Nacional de España de 1919.

Disolución del Grupo Ajedrecista

La vida del "Grupo Ajedrecista de Zaragoza" sería efímera. En 1922 su actividad se reduce considerablemente y en 1923 desaparecería.

A primeros de año de 1927 se constituía la anhelada Federación Española de Ajedrez, después de que durante largos años los ajedrecistas zaragozanos trabajaran inútilmente por su creación. José Juncosa daba la noticia el 13 de marzo de 1927 en El Noticiero, recordando al "Grupo Ajedrecista de Zaragoza"; Juncosa atribuía la disolución de este Club al fracasar definitivamente en lo que fue el primordial objeto de su fundación. A juicio de Juncosa, ya constituida la Federación, el "Grupo Ajedrecista" debería ser reconstituido.

Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses” del Diario del Altoaragón. Domingo 27 de octubre de 1996
*

El ajedrez en 1921



DEPORTES Y JUEGOS TRADICIONALES

Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

La huelga de tipógrafos, que se alargó durante buena parte del último trimestre de 1920, nos impide conocer con detalle las actuaciones ajedrecistas en Aragón; no obstante, sabemos que la "Grupo Ajedrecista" organizó un torneo de Segunda categoría (quedaron primero y segundo empatados, Arruebo y Rey), el Campeonato del "Grupo" (primero Juncosa, segundo Gasque y tercero y cuarto, empatados, el doctor Lahoz y Mairal), el Campeonato de Zaragoza (obtenido por José Juncosa), el de Velocidad (primero Gasque y segundo el doctor Mundi), un concurso de Resolución de Problemas (primero Rodríguez y segundo García Gracia) y concursos de Problemas en dos (Rey), en tres (Juncosa), en más (desierto), de Fantasía (Piñol), etcétera.

A finales de 1920 y comienzos de 1921, la Real Congregación de San Luís también tuvo algunas actuaciones favorables al ajedrez, organizando algunos torneos y sesiones de partidas simultáneas y a ciegas.

Durante 1921 la actividad ajedrecística fue intensa por parte de los aficionados zaragozanos. En marzo de ese mismo año el Centro Mercantil, Industrial y Agrícola de Zaragoza organizó un torneo Campeonato de Ajedrez en el que obtuvieron los primeros lugares Jacinto Rodríguez, José Lacambra y Salvador Soler; estos dos últimos empatados para el segundo lugar.

En el torneo de Tercera categoría de 1921 del "Grupo Ajedrecista" fue ganado por uno de los que ganaron el año anterior, Ceferino García, empatado con José Cerdán. En el de Segunda categoría obtuvo el primer puesto Narciso Salillas. Y en el de Primera categoría la victoria fue para un joven aficionado, Ramón Rey.

En el concurso de Resolución de Problemas el puesto de honor lo obtuvo Salvador Piñol, hallando en treinta y dos minutos las doce soluciones, batiendo, de este modo, el record de España; segundo clasificado fue Juncosa. En el de Velocidad resultó vencedor Jacinto Rodríguez, seguido del doctor Mundi.

Los socios del Casino de Zaragoza también proyectaban un torneo internacional que decidiera quién sería el Campeón de Ajedrez de dicho Círculo.

La labor realizada por la afición española y muy especialmente la de Zaragoza, que iba a la cabeza de la de España merced a las iniciativas del "Grupo Ajedrecista de Zaragoza", era destacada por el maestro alemán doctor W. Therkatz en una columna de ajedrez que dirigía en el "Krefeider Zeitung".

Torneo Nacional de Madrid


*
Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses” del Diario del Altoaragón. Domingo, 3 de noviembre de 1996


Miniatura del Libro de los Juegos de Alfonso X. S. XIII (Biblioteca del Escorial, Madrid)
.
En Mayo de 1921, el Casino de Madrid, con la colaboración del Círculo de Bellas Artes, del Centro del Ejército y de la Armada, del Liceo de América y de la Gran Peña, organizó un grandioso Torneo Nacional de Ajedrez con los premios más importantes que hasta el momento se habían entregado en España: 3500, 2000, 1500, 1000, 700, 600, 500, 400, 300 y 150 pesetas, más quince cronómetros de ajedrez y varios premios extraordinarios para, entre otros concursos, el de Apertura Española o el de Brillantez. La inscripción al torneo costaba cien pesetas.

Entre los premios extraordinarios, se otorgaba uno especial de cien pesetas a quien con las blancas obtuviera mejor puntuación con la Apertura Zaragozana, y una copita al que con esta apertura, también conduciendo las blancas, ganase la partida más brillante. Ambos premios fueron donados por el "Grupo Ajedrecista de Zaragoza".

La Apertura Zaragozana fue introducida por José Juncosa. En relación con ella, su autor publicó un artículo, en 1920, en "La Ilustración Española y Americana; posteriormente se harían varios análisis por prestigiosos ajedrecistas.

El "Grupo Ajedrecista de Zaragoza" con el fin de alentar la concurrencia a este torneo, convocó otro en el que se otorgaba de premio al vencedor una pequeña subvención para asistir al torneo madrileño. La iniciativa no tuvo éxito, ya que el único concursante que se presentó fue Joaquín Gasque Clavillas. La falta de competidores impidió que el torneo pudiera celebrarse, pero, una vez examinados los méritos del único jugador inscrito, se acordó no regatearle el premio que por derecho le correspondía.

Los resultados finales del Torneo de Madrid fueron los siguientes: Primer clasificado, Manuel Golmayo; segundo, su hermano Celso; tercero, el aragonés José Juncosa, y cuarto Agustín Gómez.

El premio especial de Apertura Zaragozana, instituido por el "Grupo Ajedrecista", fue ganado por Luís Rodríguez Santa María (de las dieciséis partidas jugadas con esta apertura, quince de los que la plantearon ganaron).

Pocos días antes de iniciarse el Torneo Nacional de Madrid, llegó la noticia de que el maestro José Raúl Capablanca, natural de La Habana, había conquistado el Campeonato del Mundo de Ajedrez. Capablanca nació español (en 1888) en la misma ciudad de los actuales campeones de España, los hermanos Golmayo. Todos ellos habían sido el fruto de la labor realizada por los notables maestros españoles Celso Golmayo y Vicente Martínez Calvajal.

Otras actividades ajedrecísticas

La labor de los aficionados al ajedrez no se limitaba a la participación de los diferentes torneos que se celebraban en Zaragoza y en el resto de España; además, mantenían contactos con prestigiosos maestros, que de vez en cuando invitaban para disputar partidas, y habitualmente jugaban por correspondencia con aficionados de España y de otros países.

A finales de mayo de 1921 el "Grupo Ajedrecista" invitó a venir a Zaragoza al célebre jugador doctor Lasker, quien por espacio de más de un cuarto de siglo conservó el título de Campeón mundial de Ajedrez, para jugar unas partidas simultáneas en el Casino Principal de Zaragoza. En las partidas simultáneas que este maestro mantuvo en España, por cortesía, planteó con relativa frecuencia la Apertura Zaragoza.

El "Grupo Ajedrecista" obtuvo un resonante triunfo a finales de junio del mismo año, jugando con un equipo nacional.

El segundo semestre de 1921 estaría marcado por la Guerra de Marruecos, influyendo considerablemente en todos los acontecimientos de la vida cotidiana.

A finales de 1922 llegó a Zaragoza el campeón ruso Alekhín, uno de los mejores jugadores europeos de la época, por iniciativa de la "Agrupación Artística Aragonesa", impulsora de las diferentes manifestaciones del Arte, y que posteriormente crearía la sección de Ajedrecistas. Uno de los contendientes con el ruso fue el campeón zaragozano José Juncosa, obteniendo otro sonoro triunfo.

Los intereses del ajedrez

La labor del "Grupo Ajedrecista de Zaragoza" sería intensa pero de corta existencia: desde 1920 hasta 1923. Por todo lo observado hasta la fecha, el ajedrez no estaba considerado un deporte (o sport, según la denominación más habitual en la época); era un juego noble practicado, fundamentalmente, por clases sociales cultas que acudían a casinos, cafés y hoteles de moda.

Para participar en determinados torneos y poder acceder a títulos, aunque sólo tuvieran el carácter de provincial o regional, era necesario poseer un nivel económico holgado. En los grandes torneos había que pagar una cuota de inscripción poco asequible para la mayoría de la gente. Los torneos y campeonatos se alargaban durante bastante tiempo, siendo este un impedimento económico más que, igualmente, restringía la participación a determinadas clases sociales.

Además, durante el periodo de existencia del "Grupo Ajedrecista", como veremos en 1923, se establecen unas bases para la celebración del Campeonato de Zaragoza y del de Aragón por las que se concede al campeón ciertos privilegios que le permiten poseer el título durante tiempo indeterminado.

Uno de los requisitos que se exigía al pretendiente al título era abonar honorarios al campeón por partida jugada, quedando campeón el mejor de doce partidas. Esto suponía permanecer casi medio mes disponible para jugar el Campeonato y un gasto económico que podía oscilar, sólo con los honorarios al campeón, entre trescientas y dos mil pesetas.

Los jugadores del ajedrez mejor dotados tenían la opción de recuperar los gastos económicos que debían invertirse en los grandes torneos o campeonatos, al permanecer durante el medio mes que de media duraban estas pruebas, con los sustanciosos premios que recibían los vencedores.

jueves, 14 de febrero de 2008

El ajedrez en los primeros años del siglo XX



Ramón y Cajal y Olóriz jugando al ajedrez en el verano de 1898 en Miraflores de la Sierra
*
DEPORTES Y JUEGOS TRADICIONALES


Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

Se ha atribuido a diferentes culturas el origen del ajedrez; unos han sostenido que era invención de los griegos para mantener su ocio durante el sitio de Troya, otros proponen un origen indio, también se lo adjudican a los chinos, a los japoneses, a los egipcios o a los árabes españoles. Todas las opiniones tienen adversarios, siendo tremendamente aventurado asignar la invención a un determinado pueblo hasta que la arqueología aporte información más precisa; lo cierto es que éstas y otras culturas jugaban al ajedrez.


Evolución del ajedrez en Aragón
En Aragón, el ajedrez se desarrolló en pequeños círculos reunidos en los casinos y en algunos cafés frecuentados por gente culta, del ámbito de las artes, de las letras, de la nobleza y de los altos escalafones militares.

En los años veinte se desarrolla en Zaragoza un movimiento ajedrecista que tenía sus raíces en los últimos años del siglo pasado. En este último cuarto de siglo el Casino de Zaragoza albergaba la peña ajedrecista más importante; entre los numerosos aficionados que allí se reunían destacaba el noble señor Mariano Vidal. La supremacía que mantuvo en el juego de ajedrez le permitía dar ventaja de caballo a todos los que jugaban contra él.


Pasados algunos años consiguió igualarlo Matías de la Cruz, asiduo a la peña del Café Suizo. Posteriormente sobresalieron: Casañé y los doctores Solano y G. de Galdeano; éste último sería el primero que practicaría en Zaragoza el "juego a la ciega".


Después de la época del doctor Galdeano se disputaron la supremacía en las reuniones de ajedrecistas los jugadores Esponera, los hermanos Ballestero, Madroñero, Cerrada, Guillén, Santiago Mínguez, el marqués de Villafranca, P. Carrasco y el impetuoso y brillante Miravete.


Coincidiendo con esta época se formó una nueva peña en el Café de Europa, frecuentada por los doctores Mundi y Moré (padre e hijo), y otra en el Centro Mercantil, Industrial y Agrícola, con el doctor Bravo y Romero. En las mismas fechas pasó unos años en Zaragoza un fuerte solucionista de problemas, el señor Herrero, de quien Salvador Piñol fue su más aventajado discípulo.


Los primeros torneos


El primer torneo del que tenemos noticia se jugó en 1902. Unos años más tarde, en 1911, el Casino de Zaragoza acogió al que se consideró primer torneo jugado en Zaragoza, obteniendo los primeros puestos, respectivamente: José Juncosa, Salvador Piñol, Jacinto Rodríguez, el doctor Lahoz, etcétera.


Estos torneos alentaron a los aficionados, dando como resultado el disputado encuentro (o match, como se denominaban en la época), mantenido en junio de 1918 entre el capitán de caballería Celso Golmayo de la Torriente y José Juncosa Molins, campeón aragonés de este juego. Golmayo había ganado en 1896, con diecisiete años el campeonato del Club de Ajedrez de La Habana, venciendo al maestro internacional Andrés C. Vázquez, y en este encuentro obtendría un nuevo triunfo.


El desafío celebrado en el Casino Principal de Zaragoza era a diez partidas, que se jugaban de tres a cinco de la tarde, teniendo la condición de hacer quince jugadas por hora como mínimo, y se reanudaban de siete a nueve de la noche, volviendo nuevamente al juego de las diez hasta la una de la madrugada.


Los jugadores medían el tiempo sirviéndose de un reloj de esfera específico para estas puganas, proporcionado por el doctor Manuel Ballestero, otro gran jugador reconocido durante muchos años como el mejor ajedrecista de Aragón, que lo ganó en el torneo celebrado en 1902.


Muchos aficionados siguieron con gran interés las incidencias de las reñidísimas partidas, haciéndose apuestas por ambos notables jugadores.


El primer Campeonato de Aragón de Ajedrez


En mayo de 1919 se jugó un nuevo torneo y en octubre del mismo año otro de mayor trascendencia, denominado "Torneo Nacional de Ajedrez", celebrándose en el Casino de Zaragoza. Bajo la presidencia del teniente coronel y abogado Carlos Lahoz se verificó el sorteo de los participantes: los hermanos Celso y Manuel Golmayo, Antonio de Pedro, Jacinto Rodríguez, Eusebio Sardaña, Luís Martínez, Santiago Mínguez, y José Juncosa.


Todos ellos ya eran famosos jugadores de ajedrez por los triunfos obtenidos en los escasos torneos que se habían disputado en España hasta el momento. Celso Golmayo ya era conocido en Zaragoza, después del encuentro que sostuvo con José Juncosa en junio de 1918.


Manuel Golmayo, jefe del Estado Mayor del ejército, había ganado el campeonato de España en el torneo de Madrid de 1902 y obtuvo el primer premio en el concurso de resolución de problemas habido en Barcelona el 9 de febrero de 1915. También venció en un match que sostuvo con Manuel Zaragoza en Madrid el año 1912.


Luís Martínez era el más joven de todos los concurrentes en el torneo y también el primero que jugaba, pero acudía precedido de fama de excelente jugador.


Eusebio Sardaña representaba en este torneo al Centro Mercantil, Industrial y Agrícola, su juego se consideraba muy sólido y, se decía que combinaba bien.


Jacinto Rodríguez ya había quedado tercero en el torneo de Zaragoza de 1911 y junto con Santiago Mínguez y Antonio de Pedro, entre otros, había participado en el torneo de mayo de 1919.


Antonio de Pedro era un buen teórico y representaba al Casino de Zaragoza junto con José Juncosa, quien se había clasificado en el segundo lugar del torneo de mayo. Juncosa había vencido en el torneo de 1911, perdiendo solamente un juego de las dieciséis partidas que se jugaban en él.


Este torneo nacional era considerado, igualmente, Campeonato de Aragón, que en realidad sería el primero que oficialmente se celebraba. El resultado del torneo fue el siguiente: primer premio lo ganó el campeón de España, Manuel Golmayo; el segundo, José Juncosa, que así obtenía el título de campeón de Aragón; el tercero, Jacinto Rodríguez; el cuarto, Santiago Mínguez; el quinto, Antonio De Pedro; el sexto, Luís Martínez, y el séptimo, Eusebio Sardaña.


Juncosa venció, además, en el concurso de solución de problemas, hallando en 34 minutos 9 soluciones buenas en 10 problemas, y la copa de honor del torneo de velocidad (5 segundos por jugada), obteniendo el segundo premio Rodríguez Lasala.


Nuevo grupo ajedrecista


El éxito del torneo jugado en el Casino de Zaragoza propició que los numerosos aficionados existentes en la capital, al finalizar este torneo, ya fueran pensando en fundar un nuevo club de ajedrez, con sede en uno de los principales cafés de Zaragoza.


Estos torneos también influyeron para que en otras ciudades se estimulase la afición, intensificándose el movimiento ajedrecístico, y que se viera más próximo uno de los objetivos más deseados por los ajedrecistas: la creación de la Federación Española de Ajedrez.


A comienzos de 1920 se constituyó la nueva sociedad denominada "Club Ajedrecista", con cerca de doscientos socios. El propósito de esta sociedad se centraba en impulsar el juego de ajedrez organizando torneos y otra clase de fiestas en su sede de la Basserie del Palace Hotel, donde los socios de este "Club Ajedrecista" tendrían a diario sus reuniones.


La junta directiva del "Club Ajedrecista", quedó constituida por: Jacinto Rodríguez Lasala, presidente efectivo; Zoel García Galdeano, presidente honorario; José Portolés, vicepresidente; Narciso Salillas, secretario; Eusebio Sardaña, tesorero, y como vocales, Santiago Míguez, Aurelio Alonso y José Blasco.


A comienzos de este década de los años veinte aparece una nueva generación que se sumaría a los jugadores ya existentes; en estos años sobresalían los jugadores Joaquín Gasque, Jacinto Rodríguez Lasala, Salvador Piñol, Antonio De Pedro, el maestro José Juncosa, y, en menor medida, Rey, Martínez Alvira y Fernández Abellán, entre otros, integrados en el "Club o Grupo Ajedrecista".


Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses” del Diario del Altoaragón, Domingo, 6 de octubre de 1996
*

lunes, 11 de febrero de 2008

La época romántica del ajedrez en Aragón


DEPORTES Y JUEGOS TRADICIONALES
Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

En el siglo XIX los aficionados aragoneses al ajedrez adquirieron tratados y revistas para profundizar en el juego teóricamente. El rector de la Universidad cesaraugustana, don Jerónimo Borau y Clemente, contribuyó al despertar de este juego prologando un librito titulado “Ajedrez”, la traducción que del poema latino de J. Vida hizo Gallifa.

Algunos destacados ajedrecistas de aquella época fueron Lacruz, el general de Benito, los doctores Vidal y Mondría, Ballarín y Angulo, entre otros. Estos aficionados dieron paso a la generación del sabio histólogo don Santiago Ramón y Cajal. Con el Nóbel midieron sus conocimientos sobre el juego los doctores Bruno Solano y Zoel García Galdeano.

También destacaron en el ajedrez otros jugadores contemporáneos de Ramón y Cajal: Pío Cerrada Martín, César Ballarín Lizárraga, Pérez Carrasco y sobre todo los hermanos Emilio y Manuel Ballesteros, que en el torneo de Madrid de 1902 obtuvieron uno de los primeros lugares del torneo.

El ajedrez a comienzos de siglo

José Blasco (1), siguiendo el hilo narrativo de tres autoridades en la materia, José Juncosa Molíns, Luís Mundi Saumell y el doctor Ramón Rey Ardid, dividía la historia del ajedrez zaragozano, en el periodo comprendido entre 1900 y 1950, en cuatro etapas:

I. Romántica o heroica (1900-1920).
II. La invasión de la teoría.
III. Organización (1924-1942).
IV. Época actual (a partir de 1942).

Seguiremos los datos aportados por Blasco Ijazo para completar anteriores artículos sobre el tema.

En la primera etapa la práctica del juego se concentraba en el Casino de Zaragoza o en los tradicionales cafés de la Iberia, Suizo, Matossi, Universo y Europa. Muchos aficionados, sin haber leído ningún tratado sobre ajedrez, alcanzaron notable pericia. No se celebraban campeonatos, pero se mantenía la motivación, el entusiasmo y la rivalidad con frecuentes desafíos amistosos.

En estos centros recreativos se reunían estrategas del ajedrez, como Pérez de Ciria, marqués de Villafranca, conde de Sobradiel, conde de Gabarda, Joaquín Valenzuela Urzáiz, Piñol, Urioste, Segundo López, Ballesteros, Santiago Mínguez, Wladimiro Mundi, Gasque, Dionisio Lasuén, Román Vivente, Zoel García de Galdeano, Rodríguez Lasala y Antonio de Pedro, entre otros.

La visita a Zaragoza de afamados maestros del ajedrez proporcionó el impulso necesario para mejorar su organización. El maestro Albín llegó a Zaragoza en 1910 para jugar una sesión de simultáneas en el Casino de Zaragoza. Al poco tiempo, en 1911, Rodríguez Lasala propuso la organización de un torneo social de esta entidad, el primer torneo jugado en la ciudad. El primer puesto lo obtuvo José Juncosa, seguido de Salvador Piñol, Jacinto Rodríguez Lasala y el doctor Lahoz.

En estos primeros años del siglo residía en Zaragoza el alemán Pits-chell, un brillante ajedrecista que en su país se había enfrentado al campeón mundial Anderssen (1851-1858 y 1866). Pits-chell, con su experiencia, proporcionó sus conocimientos a los ajedrecistas zaragozanos y adoptaron las normas que debían regir las competiciones.

La “Apertura Zaragozana”

El más entusiasta de los ajedrecistas aragoneses, José Juncosa, marchó a Barcelona, donde residía el campeón de España, tomando contacto con él y con los mejores ajedrecistas locales. Después se fue a París y, aunque el ambiente parisino resultaba poco propicio para prosperar en ajedrez, de allí trajo la modalidad de “Apertura Zaragozana”, divulgada por todo el mundillo ajedrecístico.

La sapiencia de José Juncosa adquirida en sus viajes por el extranjero dio al ajedrez un matiz más intelectual. Según Blasco Ijazo, Juncosa difundió entre numerosos entusiastas la afición a estudiar libros de “aperturas” y de “finales” y a realizar un análisis sobre partidas de grandes jugadores.

El regreso de Juncosa marca el inicio de la segunda etapa; a su llegada, Antonio de Pedro patrocinó en junio de 1918 un “match” Golmayo-Juncosa en el Casino de Zaragoza. Entre los triunfos obtenidos por el capitán de caballería Celso Golmayo de la Torriente, destacaba el haberse proclamado vencedor del campeonato del “Club de Ajedrez” de La Habana, sociedad fundada años atrás por su padre en unión de Martínez Carvajal.

El desafío, programado a diez partidas, con la condición de hacer quince jugadas por hora, como mínimo, dio vencedor a Golmayo. Este sería el inicio en la programación de torneos y campeonatos. También aparecieron nuevos grupos ajedrecistas; a comienzos de 1920 surgía en “Club o Grupo Ajedrecista”, con Jacinto Rodríguez Lasala, de presidente efectivo, y Zoel García de Galdeano nombrado presidente honorario. Su existencia fue de corta duración, pero intensa; con el “Grupo Ajedrecista” tuvieron relación los mejores jugadores de España y la práctica totalidad de los más destacados de Aragón: Jaime Balet, Ceferino García, Joaquín Gasque, Manuel Golmayo, Julián Jacobo, Jesús Juncosa, Carlos Lahoz, Abel López, Manuel Mairal, Luís Martínez, Santiago Mínguez, Luís Mundi, Antonio de Pedro, Salvador Piñol, Ramón Rey, Carlos R. Lafora, Jacinto Rodríguez...

Durante este periodo tuvieron especial importancia las “Peñas Ajedrecistas” del Centro Mercantil, Industrial y Agrícola de Zaragoza y la del Principal.

La Agrupación Artística Aragonesa

Con la Sección de Ajedrez de la “Agrupación Artística Aragonesa” comienza la etapa organizativa. Al poco tiempo de su aparición en 1923, una gran polémica enfrentaría a José Juncosa, campeón de Aragón, con la Agrupación Artística, por la convocatoria del Campeonato de Aragón.

En esta Sección de Ajedrez, bajo la dirección de Manuel Alvar y Luís Mundi, se forjaron ajedrecistas de la talla de Rey Ardid, Fernández Avellán, Estella, Cisneros, Martínez Mocete, Domínguez, Gil, Romero Ríos, Salvo, Luís Mimbela, etcétera. La “Agrupación Artística” comenzó a organizar campeonatos anuales para las tres categorías, invitando a participar en sus partidas a grandes maestros internacionales.

Las actividades de la “Agrupación Artística Aragonesa” se extendieron fuera de Zaragoza; a finales de marzo de 1925 participaron en un torneo de ajedrez celebrado en el Círculo Oscense. En la “partida ciega” jugó Rey con Manuel Mairal, Arturo Franco, Luís Lalaguna, González Conde, Estella, Ricardo Ejarque, José Arregui, Martínez y José Bonet. Rey quedó tablas con Manuel Mairal y con José Bonet, fue vencido por Arturo Franco y ganó a los demás contrincantes.

A primeros de año de 1927 se constituía la anhelada Federación Española de Ajedrez, después de que durante años los ajedrecistas aragoneses trabajaran inútilmente por su creación.

El mayor éxito del ajedrez aragonés se obtuvo en 1930, cuando Ramón Rey Ardid alcanzó en título de Campeón de España, título que ostentó ininterrumpidamente hasta 1943.

Rey Ardid también tomó parte en el torneo celebrado en Hasting (Inglaterra), en 1935, con categoría de maestro internacional.

La retirada de Rey Ardid en 1943 supuso un duro golpe al ajedrez aragonés, languideciendo en sus actividades a pesar del entusiasmo de los directivos.

CITAS BIBLIOGRÁFICAS
  1. BLASCO IJAZO, José: “Una historia por hacer. El juego del Ajedrez (II y último)”, en El Noticiero, 18 de septiembre de 1955.
Publicado en el suplemento “Domingo” del Diario del Altoaragón. Domingo 28 de febrero de 1999
*

domingo, 10 de febrero de 2008

Huesca se convierte en la ciudad de los amantes

Charla sobre "Historias de amor en Aragón" en el "Espacio de IberCarja Castillo de Montearagón", el lunes 11 de febrero de 2008, a las 19 horas.

¡Al higuí!

Dibujo de Moratha publicado en el libro Juegos de la Comunidad de Daroca

DEPORTES Y JUEGOS TRADICIONALES

Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

Julio Casares, en su Diccionario ideológico de la lengua española, define la expresión "¡Al higuí!" como "diversión propia de carnaval que consiste en ofrecer a los muchachos para que lo cojan con la boca, un higo que se tiene en constante movimiento, pendiente del extremo de una caña".

El juego de Al higuí es antiquísimo. Rodrigo Caro, en el siglo XVII, recogía en sus Días geniales o lúdicos (diálogo VI, III) unos versos traducidos del griego Aristófanes, hablando de un viejo marrullero:

Todo el día en su casa está sentado
...................................
la boca abierta, el cuello levantado,
para tragarse al triste pasajero,
como cuando el muchacho está aguardando
el higo, que del hilo está colgando.

José Mª Iribarren (1) lo califica de entretenimiento de máscaras, típico del Carnaval, citando un texto de Rodríguez Marín, publicado en el siglo XIX: "Del extremo de una caña pende una cuerdecilla, de la que cuelga, atado, un higo; el que tiene la caña da golpecillos con ella, haciendo saltar la codiciada fruta y desesperando a un enjambre de chiquillos que porfían por cogerla con la boca".

Pampa la figa

En Albelda, como en otros lugares de La Litera, este juego típico de Carnestolendas se denominaba Pampa la figa. En esta villa, un individuo serio, con la cara blanqueada de harina y vistiendo una blusa, iba montado en un burro con dos orinales de estribos; llevaba una caña larga de la que colgaba higos para que los niños los cogieran con la boca; pero si éstos intentaban atraparlos con la mano les repartía garrotadas.

En Monzón también se conocía este juego con el mismo nombre. Manuel Ro ejerció como "primer animador infantil de la ciudad" en los años anteriores a la guerra, encargándose de realizar este entretenimiento, que consistía en colgar un higo o un caramelo del extremo de una cuerda atada a una caña, para que los críos intentaran hacerse con él con la boca, sin ayuda de las manos. Quien no respetaba esta norma, era golpeado con una varita en los dedos (2).

Ramón Violant i Simorra, en su extraordinario trabajo etnológico titulado El Pirineo español (3), también cita esta diversión de carnaval, denominada la figueta en la localidad de Rialp. En esta población, el primer día de carnaval, por la mañana, los mozos nombraban un alcalde de Carnistoltes, que cuidaba del orden de la fiesta y de animarla. El domingo, por la tarde, disfrazado de vieja hilandera, hacía una colecta por las casas, fingiendo pedir limosna y trabajo para hilar. El lunes, por la mañana, divertía a los pequeños haciéndoles coger la figueta, higo prendido en una caña de pescar, a lo que se llamaba hacer la figueta, paso popular en todo el Pallars.

El tío del higuí


"¡Al higuí!", diversión de Carnaval (Dibujo: Óscar Sanfélix)
**
En otras poblaciones, como Velilla de Cinca, "el tío del higuí" hacía las delicias de la gente menuda. En la capital aragonesa, este festejo del domingo de Carnaval suponía un acontecimiento extraordinario en el advenir de los niños, acostumbrados a jugar a tú la llevas o al marro. Agrupados en pequeñas pandillas de amigos, este día iban a correr con el "tío del higuí" y a divertirse viendo las máscaras y mascarones típicas del carnaval (4).

En una crónica de 1892 se nos muestra el aspecto de nuestro personaje portando el codiciado fruto: "El del higuí hace sus aprestos indispensables. Para la cabeza una chistera valvular, para el cuerpo una estera mil veces pisada, para el rostro un carbón o un corcho quemado; para los gastos de representación, media docena de higos, blancos de harina al ser comprados, y negros y pringados después por los labios juguetones y las manos atrevidas de los muchachos" (5).

En los primeros años de este siglo el higuí seguía siendo un elemento imprescindible de las fiestas del Carnaval zaragozano. Su presencia era notada por las calles más concurridas y por el paseo de la Independencia, junto con comparsas de gusto variado, máscaras caprichosas, mascarones y los típicos osos, que bailaban donde conseguían reunir varias docenas de chicos del arroyo (6).

En la postrimería de la segunda década de este siglo, los cronistas lamentaban la desaparición del típico "tío del higuí": "Lástima que siendo «la destrozona» nuestra máscara representativa, haya desaparecido de nuestra ciudad el clásico y popular «tío del higuí». Docenas de chiquillos solíanse apiñar en torno de aquel hombre que provisto de dos cañas al extremo de una de las cuales pendía un higo, hacía las delicias de la gente menuda.

¡Al higuí! ¡Al higuí!
Con la mano, no;
con la boca, sí.

Era una figura simpática, porque debajo de aquellas ropas en lamentable estado, adivinábamos un pobre hombre que apuñalaba las penas de un modo infantil y altruista.

¿Por qué ha desaparecido de nuestras calles el castizo «tío del higuí»?

¡Cielos! ¿Será acaso porque los higos se cotizan al precio del jamón dulce?..." (7).

Fernando Soteras (Mefisto) se preguntaba en una copla de 1915:
  • ¿Dónde está?
"Miré en todas partes y en ninguna vi
a nuestro castizo «tío del higuí».
¿Dónde está aquél tío tan tradicional
y por qué no alegra nuestro Carnaval?
Sólo veo apaches en jovial montón,
vestidos de tela negra y bermellón.
Venga lo castizo y lo que es de aquí;
vuelva nuestro alegre «tío del higuí»."

En la ciudad de Daroca, a principios de siglo, tampoco podía faltar el higuí, principal regocijo de los pequeños, durante los tres días de Carnaval. También solían abundar, por las calles, comparsas bien organizadas y máscaras caprichosas (8).

En Báguena (Teruel), según nos contaba Mª Gloria Gil, durante el Carnaval el portador del higo recitaba:

Al higuico,
al higuico,
que está madurico.

En Alcañiz, según información facilitada por José Alejos "El Pepinero" a Luís Miguel Bajén y Mario Gros, nuestro personaje se conocía como "el de la higueta", y del mismo modo que en otros lugares, llevaba dos cañas, una de la que colgaba un higo y la otra para golpear al que intentara agarrarlo con la mano.

José Vicente Moya recogió una variante del "higuí" en Villafranca del Campo (Teruel); también se celebraba en carnavales. Los higos se colocaban dentro de un balde lleno de agua y los niños debían cogerlos con la boca. Un hombre, situado al lado del balde, golpeaba con un palo a los que utilizaban las manos para coger los higos.

En otros lugares de España

Este rito carnavalesco está extendido por toda España, aunque son pocos los lugares que conservan esta vieja tradición. En La Granja de San Ildefonso (Segovia), un hombre lleva un chorizo colgado de un palo con una cuerda. Los muchachos tienen que ser capaces de morderlo para poder llevárselo y comerlo. Cuando lo intentan, el hombre del palo trata de impedir que lo logren, para alargar el rito, y les dice:

Aliquí, aliquí
con la mano no,
con la boca sí (9).

En otras poblaciones de Castilla, y especialmente en Madrid, según recoge la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, de Espasa Calpe, publicada en 1925, el portador del "higuí" cantaba la misma cancioncilla que en Zaragoza. El "higuí", según se dice: "Alude a la costumbre de los mascarones del Carnaval de Madrid, que traen un higo pendiente de un cordel, atado a una caña, que agitan excitando a comerlo con la boca, sin tocarlo con las manos".

En el medio rural de Castilla y León era igualmente típico. El enmascarado balanceaba una caña de la que colgaba un higo o un caramelo. En Almazán (Soria) se celebra en la festividad de San Pascual Bailón; el portador del palo del que pende un caramelo canta la siguiente canción:

¡Alilí! ¡Alilí!
Con la mano, no;
con la boca, sí.

CITAS BIBLIOGRÁFICAS
  1. José Mª IRIBARREN: El porqué de los dichos. Gobierno de Navarra, VII edición, 1993, pp. 80 y 81.
  2. Según apuntes de Carlos Buera: "Personajes de Monzón", en O Salmón (Fancine alternativo y cultural).l Lumero 5, Monzón, Estiu 94.
  3. Ramón VIOLANT I SIMORRA: El Pirineo español. Alta Fulla, Barcelona, 1989, p. 573.
  4. Según una narración o cuento titulado "El ribacero", en Heraldo de Aragón, 28 de febrero de 1922.
  5. R.: "En pleno Carnaval", en La Derecha, 24 de febrero de 1892.
  6. Comentarios del carnaval zaragozano recogidos por Sal-tón, en Heraldo de Aragón, 11 de febrero de 1902.
  7. "Fiestas de Carnaval", en Heraldo de Aragón, 3 de marzo de 1919.
  8. M.A., en Heraldo de Aragón, 14 de febrero de 1902.
  9. José Luís PUERTO: Ritos festivos. Centro de Cultura Tradicional, Diputación de Salamanca, Salamanca, 1990, p. 32.
Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses” del Diario del Altoaragón, Domingo, 25 de febrero de 1996

sábado, 9 de febrero de 2008

Homenaje a Joaquín Costa en Graus

Tomamos la noticia del Diario del Altoaragón, 9 de Febrero de 2008

Graus reivindica la figura del pensador oscense y apuesta por la modernidad
.
La villa celebró ayer un intenso programa
.
El espectáculo ‘El agua, cultura y tradición aragonesa’ fue la propuesta central del programa organizado por el Ayuntamiento de Graus con motivo del 97 aniversario de la muerte de Joaquín Costa.
.
El alcalde, Ramón Miranda, dirigiéndose a los asistentes (Foto: Elena Fortuño)

. Elena Fotuño

. GRAUS.- La ofrenda floral en el monumento que se realiza anualmente marcó, sin duda, el momento más solemne de una celebración en la que el director general de Cultura del Gobierno de Aragón y alcalde de Graus, Ramón Miranda, reivindicó la figura de Costa y los regeneracionistas y abogó por afrontar este siglo XXI con “visiones de modernidad y de futuro”.
.
Sobre el pensador, Miranda dijo que “el hecho de que 97 años después de su muerte se rememore su figura ya resulta descriptivo de su calidad. Pero -añadió- todavía lo es más que muchos elementos que fueron objeto de reflexión y de debate por parte de Joaquín Costa sigan siendo estando hoy de actualidad”. En este sentido, el alcalde de Graus aludió al debate sobre el medio ambiente, hoy “de rabiosa actualidad”, dijo, pero que ya tuvieron Costa y los regeneracionistas. “Con visión de futuro, ya lo percibían, veían la necesidad de repoblar bosques y de que se respetase el medio ambiente en los años en los que empezaba a cuajar la revolución industrial”.
.
Numeroso público asistió a los actos organizados (Foto: Elena Fortuño)
. Respecto al debate medioambiental, Miranda aseguró que “seríamos unos necios si no trabajáramos para legar un mundo habitable a las generaciones venideras”. El director general de cultural apuntó que la concienciación medioambiental se acentúa al ser este año el de la Exposición Internacional de Zaragoza, que se sitúa en fechas próximas a los centenarios de la muerte de personajes como los Hermanos Argensola o el propio Costa, “fundamentales en nuestra identidad como territorio”. De ellos destacó también la “visión universal que nos permite a los aragoneses -apuntó- integrarnos en visiones más amplias como España o Europa”. .
El desfile de flores ante Costa fue como siempre muy solemne (Foto: Elena Fortuño)
. Las autoridades que depositaron coronas en el monumento a Joaquín Costa fueron la secretaria segunda de la Mesa de las Cortes, Ana Grande y el teniente de alcalde primero del Ayuntamiento de Graus, Joaquín Garín, por parte de las Cortes de Aragón; el secretario general técnico de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón y concejal grausino, Roque Vicente, y el teniente de alcalde segundo del Ayuntamiento de Graus, Joaquín Marro, en .

.representación del Gobierno de Aragón; el diputado provincial y concejal de Graus, Francisco Javier Betorz y la diputada provincial y concejal de Cultura de Monzón, Elisa Sanjuán, en representación de la Diputación Provincial de Huesca; el presidente de la Comarca de la Ribagorza, José Franch, y el consejero de la Comarca y el vicepresidente de la Comarca y concejal de Graus, José Antonio Lagüens, en nombre la Comarca de la Ribagorza; el director del Instituto de Estudios Altoaragoneses, Fernando Alvira, y la concejala de Cultura y teniente de de Graus, María Victoria Celaya, en representación del IEAA y de la Fundación Joaquín Costa; la concejal
.
de Cultura del Ayuntamiento de Monzón y diputada provincial, Elisa Sanjuán, y el edil montisonense Abelardo Sanchís, en nombre del Consistorio e Monzón; el gerente de la Sociedad Cooperativa Agrícola ‘Joaquín Costa’ de Binéfar, Ángel Gibanel y el miembro del Consejo rector de la Sociedad, Manuel Torquet; el presidente de la Cámara Agraria Provincial de Huesca, Valero Casasnovas y el secretario, Luis de Pablo, en nombre de dicha cámara; Joaquín Gairín, primer teniente de alcalde de Graus y Julio Español, edil grausino, en nombre de la Comunidad General de Riegos, y, por último, en nombre del Ayuntamiento de Graus, el director general de Cultura del Gobierno de Aragón y Ramón Miranda, y el subdelegado del Gobierno de Guipúzcoa, Francisco Jordán de Urries.
.
José Antonio Adell durante su intervención (Foto: Elena Fortuño).

La charla de José Antonio Adell y Celedonio García, acompañada por la música original de los hermanos Enrique y Santiago Lleida supuso un excelente recorrido por las distintas facetas del agua, uno de los grandes temas en los que profundizó Joaquín Costa. El Espacio Pirineos, con nueva iluminación escénica, fue el marco escogido para este espectáculo que, bajo el título ‘El Agua, cultura y tradición aragonesa, abundó en aspectos tan interesantes como el patrimonio hidráulico o el proyecto hidráulico de inicios del siglo XX detallando los múltiples usos del agua, los oficios y las actividades que giran en torno a ella.
.
En una primera mitad, la imagen y la música se expresaron por sí solas en un pormenorizado repaso al patrimonio hidráulico aragonés de alrededor de un cuarto de hora. Con música en directo de piano y sintetizador, la enorme pantalla de Espacio Pirineos mostró fuentes, abrevaderos, lavaderos, pozos, aljibes, balsas, pozos de nieve, salinas, azudes, presas, minas, molinos, norias, puentes, canales, termas y baños. Una vez contextualizado el ambicioso tema del agua, el espectáculo se adentró en una segunda mitad en la que Adell y García analizaron de forma detallada distintos aspectos, siempre apoyados con imágenes y música para crear una atmósfera más amena.

La música del agua sonó dutante el espectáculo. (Foto: Elena Fortuño).

Las fuentes, los pozos, los aljibes y las balsas ilustraron el ‘Agua para calmar la sed’, un apartado que se acompañó de la leyenda de Zaida de Cella, cuya lectura estuvo acompañada de una pieza con guitarra y sintetizador. A continuación, el ‘Agua para redimir la tierra’, donde se habló de la sequía, los grandes canales aragoneses y otras obras hidráulicas, incidiendo en el proyecto hidráulico de inicios del siglo XX, acompañado por un estudio de Débussy, la única pieza no original de los hermanos Lleida en el espectáculo. Teatralizando las avenidas del Ebro, con una violenta obra al piano, se trató el ‘Agua del cielo’. Más amable fue el Romance del niño del agua (Antonio Esteban Agüero) recitado con piano e incluido en los ‘Oficios del Agua’. Esta charla con imagen y música recaló, acto seguido, en las corrientes y masas de agua. Glaciares, aguas subterráneas, pero sobre todo ríos, verdaderas arterias de Aragón. Por último, se mostró la cara más atractiva del agua hablando de ‘Agua, salud y ocio’ a través de los balnearios, los baños, las fuentes y las actividades acuáticas.

Textos y fotografías de Elena FORTUÑO

sábado, 2 de febrero de 2008

Graus, la villa del agua, homenajea a Costa

La villa de Graus rinde anualmente homenaje al insigne jurisconsulto y escritor oscense Joaquín Costa, en el aniversasio de su muerte (8 de febrero de 1911).
Coincidiendo con esta fecha, Adell y García, junto con los hermanos Lleida, mostrarán en su espectáculo la lucha tenaz que los aragoneses siempre han mantenido por conseguir el agua para beber y redimir los sedientos eriales. El agua, tan deseada, llegaba del cielo o se imploraba con rogativas, hasta formar una red hídrica y otras masas de agua. Muchos oficios relacionados con el agua han desaparecido, pero permanece un rico patrimonio hidráulico.
Los hermanos Lleida Lanau pondrán sonoridad acuática a la belleza de las imágenes relacionadas con el agua en Aragón. José Antonio Adell y Celedonio García nos mostrarán la importancia del agua, hablarán de fuentes con leyenda, contarán historias y reflejarán en sentir popular con coplas, dichos y adagios.
***
El viernes 8 de febrero, a las 19,30 horas, el agua fluirá desde Graus a toda la geografía aragonesa.

¡Se recomienda preparar el paraguas!
***
MÁS INFORMACIÓN:
*