lunes, 17 de enero de 2011

San Sebastián

La procesión de Peraltilla con a los santos Fabián y Sebastián recorre las calles. Al finalizar la misa se reparten los “panecitos” de anís (Foto: J. A. Adell).

EL CICLO FESTIVO ANUAL
Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

San Sebastián de Mantegna.
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San Sebastián (día 20, soldado mártir que sobrevivió al acribillamiento con flechas ordenado por el emperador Diocleciano, ha sido invocado en numerosos lugares como abogado de la peste. Manuel Benito señala que en los lugares donde existen fiestas votivas en honor a San Fabián y San Sebastián se debe a una búsqueda de protección en situaciones epidémicas.

Los jóvenes también le han elegido como patrón, principalmente aquellos que van a ser soldados, aunque en algunos pueblos son los casados quienes le festejan. En muchas poblaciones se le venera compartiendo patronazgo con San Fabián.

En algunas poblaciones turolenses existían costumbres muy típicas, como la "cercavilla" de Castelserás, que daba la señal para que se encendiera una grandiosa hoguera, en la que se quemaban varios álamos traídos unos días antes a la plaza; a su alrededor, al son de la dulzaina, se bailaba la danza conocida como el "rodat".

En Barrachina todos los vecinos seguían la tradición de mantener ayuno y abstinencia de carne el día de San Fabián y San Sebastián. Por la noche se cantaba una salve en el "pairón" llamado de los Santos, y, una vez terminada, era costumbre que bailase el cura párroco, el predicador, el Ayuntamiento, el secretario y todo el juzgado en pleno al son de la dulzaina y el tamboril.
.Abogado de la peste

En diversos puntos del Alto Aragón encontramos el poder de San Sebastián protegiendo a las gentes de devastadoras epidemias. Según cuenta la tradición oral, la temible peste bubónica que afectó a Laluenga al igual que a otras muchas poblaciones, se detuvo un 20 de enero, festividad de San Sebastián; por este motivo se le tomó por patrono. La fiesta duraba cinco o seis días; había bailes, hogueras, ronda de los dos mayorales y las dos mairalesas recogiendo con las "servillas" por todas las casas y, a principios de siglo, "corridas de pollos".

La gran devoción al Santo motivó que a la fiesta pequeña se la terminara denominando "San Sebastiané", celebrándose actualmente el tercer domingo de agosto.

En Grañén la festividad de San Sebastián adquirió rango de fiesta local en los años veinte, después de que una epidemia de gripe afectara a multitud de hogares por muchos pueblos sin que apenas tuviera incidencia en esta villa. Los actos consistían en misa en la ermita, bailes y hogueras; cuando éstas se extinguían, preparaban el clásico "ajo moroño".

San Sebastián también protegió de la peste a los habitantes de la Almunia de San Juan; la víspera se enciende la hoguera y reparten quemadillo de ron. Tras la misa y procesión los cofrades invitan a un vino popular a todos los asistentes.
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Belver (Foto: C. García)
.La fiesta de la calle de San Sebastián de Belver tuvo carácter de fiesta local. Castillón de Cortada recoge lo que dice la tradición: "un jinete andaba sembrando la peste con su caballo por todos los pueblos ribereños, al pasar por Belver fue fulminado por un rayo, abatiendo a jinete y caballo, dejando la mortífera carga en el lugar preciso donde hoy va la procesión" (1).

Quintos y casados

A San Sebastián se le considera patrón de los mozos y de los soldados. En Bolea los quintos siguen organizando grandes sesiones de bailes. Antaño también eran los quintos de Plasencia del Monte quienes se encargaban de portar la peana de San Sebastián (Santo guerrero) en la procesión. En Esposa la víspera preparaban la "masada de la caridad" y el día de San Sebastián los mozos ahumaban el "mayo" antes de subastarlo.

En otros pueblos los casados eran quienes celebraban las fiestas este día; así, en Castejón de Sos, es la denominada "fiesta de los casados" y nombran tres mayordomos; hacen misa, baile y ronda, con recogida de tortas y dinero. Escalona celebra esta misma fiesta con hogueras, misa, reparto de caridad, comida de casados y baile. En otros pueblos del Sobrarbe también organizaban festejos el día de la "fiesta de los casados". Mariano Coronas recuerda, entre las costumbres de esta fiesta, la ronda, la colación, el ofertorio, etcétera (2) De forma similar se festejaba en Laspuña y en Tella; en este lugar iban de romería a la ermita.

Aínsa (Foto: C. García)
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Con el mismo nombre se conoce la fiesta pequeña de Aínsa; en la plaza Mayor reparten panes, que consumen con buen vino, y subastan una tarta elaborada cada año por una familia diferente; es la denominada "fiesta de la caridad". En 1932 hubo procesión con la imagen del Santo; se celebró la fiesta de los componentes de la sociedad San Sebastián y, tras distribuirse la caridad en la plaza Mayor, la rondalla que amenizaba ejecutó varias jotas y el cantador Antonio Périz, de Santalecina, se despidió con las siguientes coplas:

"Párroco y autoridades,
presididas por Puyuelo,
hacen que la villa de Aínsa
sea virtud modelo
y el patrón San Sebastián
los bendiga desde el cielo."
…………………………………
"La caridad no pregunta
cuál es su patria o su tierra,
como el mar llama al río
el llanto la llama a ella"
.…………………………………
"Les doy en mi despedida
un viva a la sociedad,
otro a la villa de Aínsa
y un viva a San Sebastián" (3).

En Biscarrués, a las cinco de la mañana del día 20, se cantaban las coplas que denominaban de la Aurora, a continuación el Rosario recorría las calles del pueblo y a las diez se hacía la procesión. El día 22 la función religiosa correspondía a los mozos y el 23 a los casados, ambos días con procesión.

Cofradías y subastas

No son pocas las cofradías que surgieron con el nombre de San Fabián y San Sebastián. Frecuentemente la fiesta de la cofradía coincidía con la fiesta local y, en este día, realizaban las típicas subastas de carne o "releos". En la actualidad son pocas las cofradías que subsisten.
En Plasencia del Monte la cofradía sigue haciendo los "releos". De madrugada cantan las coplillas y el Rosario de la Aurora. Antes también "releaban" en Albero Bajo, Blecua...
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Abiego (Foto: C. García)
.La cofradía de Abiego recuerda que antaño en su honor se celebraban las fiestas mayores. Sus miembros portan las peanas de los Santos en la procesión. Años atrás, la víspera los mozos pasaban por todo el pueblo con una sábana en la que las mozas echaban las tortas y les invitaban a vino y a otras viandas. El segundo día la asociación del Corazón de Jesús organizaba una misa para mujeres. El tercer día había misa de mozos y ronda al mediodía, recogiendo tortas y dinero para pagar la fiesta. Lo que faltaba para cubrir gastos lo pagaban los mozos, estando exentos los quintos.

En Poleñino, el prior de la cofradía invitaba al cura y a todos los cofrades a una cena en su casa. De madrugada cantan las coplillas en cada esquina, anunciando su paso con toque de campanilla. En La Almunia de San Juan la cofradía costeaba la contratación de la banda; a comienzos de los años veinte ya surgieron en estas fiestas deportes tan populares en la actualidad como el "foot-ball", mientras en otros lugares, como Gésera, seguían disputando la tradicional "corrida de la rosca" o "corrida de pollos".

Riglos (C. García)
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Adahuesca contaba con otra cofradía dedicada a estos Santos, a los que se guarda gran devoción en el Somontano. En Riglos también existía cofradía; este día se procedía al cambio de mairalesas, dos por cada Virgen (del Mallo, del Remedio y de la Carcavilla). A principios de siglo los festejos consistían en músicas, bailes y la "lifara" de los "mozos del gasto", para la que sacrificaban tres "chotos" con los que agasajaban a las autoridades y forasteros. En Santa María de la Peña también mataban un par de "chotos" para la comida de mozos y rifaban un cordero para pagar la fiesta; en las eras se hacían los bailes y las carreras pedestres.

En Campo subastan todo lo recogido por la mañana y lo destinan a la ermita del barrio que lleva su nombre. La cofradía de Sesué efectuaba la "pllega" y después subastaba todo en la iglesia. Otras cofradías había en Grañén, Lierta, etcétera.

Fiestas patronales

Muchas fiestas en honor a San Fabián y San Sebastián han desaparecido por celebrarse en una estación desapacible y por acentuarse la despoblación de muchos pueblos: Aineto, Anzánigo, Beranuy, Binué, Canfranc-Pueblo, Chía, Formigales, Jasa, Lagunarrota, Lecina, Liesa, Ligüerre de Cinca, Literá, Riglos o Santaliestra y San Quílez. Asimismo, le festejaban en los actuales despoblados de Bolturina, Caserras del Castillo, Grustán, Jánovas, Olaria, Sarsa de Surta, Soperún, Tierrantona y Trillo.

En la actualidad esta fiesta no se celebra con la profusión de festejos de antaño. Los de Loporzano eran muy similares a los de otros pueblos: la limpieza de las calles precedía al disparo de bombas y cohetes que anunciaban el inicio de las fiestas; por la noche ardían las tradicionales hogueras y después salía una gran rondalla de mozos, dirigiendo sus primeros cantos al alcalde, que obsequiaba con finas pastas y rico vino del país, y a continuación a todas las mocetas del pueblo. Todos los días había pasacalles y bailes públicos y de sociedad. A principios de siglo también se disputaba la "corrida de hombres", cuyo vencedor obtenía la típica "manzana".

En Naval los mozos hacían una petición a domicilio y, como en todos los demás lugares, grandes "tozas" ardían en la clásica hoguera; tras la misa el alcalde y el cura obsequiaban con pasteles, bebidas y tabacos. En la serenata cantaba el popular vecino del pueblo Pedro "El Tejero".

Javierregay estrenó en 1931 una imagen del Patrón, adquirida por suscripción popular entre los vecinos; en aquél año destacaron las funciones teatrales infantiles y la música a cargo de Félix Ramón y José Ramón, violinista y guitarrista, respectivamente.

También cantaban en la ronda al cura en Igriés, que sacaba pastas y bebidas. Otra costumbre común era que las chicas nunca iban al baile hasta que los mozos no pasaban a buscarlas. Los mozos solían recorrer las calles con dos "chotos" aparejados con un "jubo" y con adornos; luego los mataban para la comida de los mozos.

Otras fiestas locales se celebran en Alerre, Biscarrués, Castejón de Monegros, Barrio de la Parroquia en Alcubierre, Ansó, Azanuy (actualmente organizan una Semana Cultural), Biniés, Costeán, Eriste, Escarrilla, Guasa, Lanaja, La Puebla de Fantova, La Puebla de Roda, Lasieso, Linas de Broto, Luzán, Morrano, Naval, Oliván, Orna, calle de San Sebastián de Osso, Peraltilla, Sabiñánigo Alto, Selgua, barrio de San Sebastián de Tamarite, Tierrantona, Usón, Villarreal de la Canal, Víu de Linas y Yesero.

Hogueras y meriendas

En otros lugares encienden la víspera las típicas hogueras y hacen meriendas en su honor. El sentido purificador del fuego tiene especial significado en Urdués; antaño plantaban un pino que quemaban para prevenir o hacer desaparecer las pestes. De igual modo procedían en Jasa.

En Agüero los chicos y las chicas cantaban por las calles y encendían grandes hogueras donde asaban patatas y carne; luego se divertían corriendo a su alrededor. En Artasona hay misa, procesión y reparto de "caridad"; por la tarde subastan lo recogido en la "pllega" y por la noche hacen cena para todo el pueblo.

Alquézar (Foto: C. García)
. En Alquézar preparaban grandes "lifaras". Reparto de "caridad" había, igualmente, en Bierge, Radiquero, Iscles, en el pilaret de San Sebastián de Ribera de Vall etcétera. En Azlor se encienden hogueras en varias calles y se distribuye poncho, longaniza, chocolate, etcétera. En Biescas solían comer piñones. Ron bebían en Gavín...

Más hogueras encendían en Aragüés del Puerto, Azara, Bailo, Banastás, Barbuñales, Binacua, Buera, Castiello de Jaca, Colungo, Fago, Gurrea de Gállego, Huerta de Vero, Lascellas, Ponzano, Panticosa, Peralta de Alcofea, Pertusa, Pozán de Vero, Rodellar, Santa Cilia de Jaca, Santa Cruz de la Serós, Torres de Alcanadre, Torres de Barbués, Villanúa...

Romerías y ferias

Tampoco son pocos los pueblos que tienen dedicada una ermita a San Sebastián, algunos ya los hemos citado. En Albelda, uno de los días de las fiestas de San Vicente se sube a la ermita de San Sebastián, donde cantan los gozos y se reparte el "pan caritat". En Arbués hacen una romería a la ermita de su patrón el segundo domingo de mayo. A otra ermita de San Sebastián acuden conjuntamente de Ejep, Perarrúa, Torre de Obato, Arués y El Mon; allí hay misa, reparto de "caridad" y baile. En Lasguarres van con los de Pociello.

En Lanaja celebran la fiesta pequeña. La víspera suben a la ermita del Castillo de Montoro, donde reparten torta y vino. Antaño se pedía al Santo que intercediera por los que realizaban el Servicio Militar y los más valientes saltaban la hoguera que se enciende en la puerta de la ermita y cantaban:
"(...) San Sebastián era soldado
y, en la guerra, general,
y en Lanaja lo tenemos
como Santo patronal" (4).

En Lastanosa también encendían hogueras; antaño subían con la bandera sujeta con cordones, por su peso, y al bajar la "emborrachaban" haciendo círculos. Los casados contrataban su música para la ronda; algún año al afamado gaitero Vicente Capitán, de Sariñena.

Angüés (Foto: C. García)
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Este día los pueblos de Fiscal, Berroy, Borrastre, San Juste, Lardiés y Arresa iban a la ermita de San Salvador y San Miguel. En Baldellou el día de San Sebastián aprovechaban para ir de romería a la ermita de la Virgen de Vilavella. Otros pueblos que iban a sus respectivas ermitas de San Sebastián eran Javierregay, Oto, Martés, Usón...

Angüés celebraba su feria anual; las gentes de los pueblos vecinos acudían a proveerse de quincallas, objetos de hierro, hoja de lata y aperos para los labradores. En ganados predominaban las transacciones de cerda.

CITAS BIBLIOGRÁFICAS

  • CASTILLÓN CORTADA, F.: "Etnología religiosa altoaragonesa. San Sebastián de Belver de Cinca", en Folletón Altoaragón. 15 de marzo de 1981.
  • CORONAS, M.: Labuerda, un pueblo del Sobrarbe. Labuerda, 1984, pp. 40-41.
  • El Noticiero, 22 de enero de 1932.
  • Datos tomados del trabajo facilitado por Macario Andréu y realizado por la Asociación FAL (Os Fablans l'Aragonés en Lanaja) sobre costumbres de Lanaja, en fabla y en castellano: Goyosa añada mil nueuzientos uitantiun.


Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses”, suplemento del Diario del Altoaragón, Domingo 24 de enero de 1993
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por rescatar costumbres tan nuestras, ya casi olvidadas.
Volveré para seguir leyendo.
Saludos.