martes, 19 de junio de 2007

El sonido del agua fluyó por el auditorio montisonense de San Francisco


Los hermanos Santiago y Enrique Lleida pusieron música al agua en la charla con proyección impartida por José Antonio Adell y Celedonio García.
En la primera parte del acto, celebrado en el auditorio de San Francisco de Monzón, se proyectaron cientos de imágenes representativas del patrimonio hidráulico aragonés. La música realzaba la continua aparición de fuentes, lavaderos, pozos, aljibes, balsas, neveras o pozos de hielo, salinares, azudes, presas, molinos, norias, batanes, acueductos, termas...

En la segunda parte, estructurada en varios apartados, se hizo patente el sentimiento popular con una buena muestra de coplas, dichos o adagios y leyendas.

La búsqueda del agua a fuentes, pozos, aljibes y balsas. Es el agua para calmar la sed. Al final de este apartado apareció Zaida, la leyenda de Zaida, el acueducto romano y el pozo artesiano de Cella.

Agua para beber y agua para regar, desde los primeros pleitos que surgieron por la utilización del agua. Desde las primeras obras hidráulicas de los romanos y de los musulmanes para dominar y aprovechar el agua, hasta los recientes planes de regadío.

Cuando el agua no llegaba, había que implorar, ir de rogativa, en periodos críticos para las cosechas. Estiajes, pero también riadas y avenidas.

Muchos oficios relacionados con el agua han desaparecido: lavanderas, barqueros, navateros, aguadores...

No nos olvidamos de la red hídrica, de los ríos, principalmente el Ebro, y de las lagunas, estancas, ibones, graciares y aguas subterráneas.

Y, por último, el agua como salud y ocio. Los baños, balnearios, fuentes con propiedades medicinales y los juegos alrededor del agua.






Agua, música y más de un millar de imágenes condimentadas con el sentimiento popular.

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